Proporciones nutritivas

PROPORCIONES DE CALCIO, FÓSFORO Y PROTEÍNAS EN LA COMIDA PARA PERROS

El Calcio (Ca) en su forma de carbonato de calcio es un elemento importante en la formación del esqueleto y huesos. El calcio lo podemos encontrar en productos lácteos, queso, algunas nueces como almendras y avellanas. Le da firmeza al esqueleto y dentadura, promueve la transferencia de estímulos de los nervios a los músculos. Es importante para la transmisión nerviosa, estimulación de los músculos y coagulación sanguínea.

El fósforo (P) forma parte en distintos fosfatos que son de gran interés en la formación de los huesos. También se puede encontrar en el compuesto Adenosín Trifosfato que juega un rol importante en la obtención de energía celular. Es especialmente importante que el perro adulto tenga la proporción de Calcio (Ca 1,2/ P-1) por Kg/peso por día. Por cada 130 mg-260 mg de calcio se necesitan 110-220 mg de fósforo por cada kilogramo de peso del perro. Estas cantidades son necesarias por día.

Para un perro de aproximadamente 20 Kg se necesita alrededor de 4000 mg de calcio (4 g) por día. Greenheart Sportline contiene 1,32 gramos por cada 100 gramos de producto. En 300 g de alimento para un perro de 20 Kg tendríamos 3,96 gramos de calcio y 3 gramos de fósforo.

Mantener las proporciones de calcio y fósforo es muy importante. Esta relación ideal de calcio/fósforo está presente por ejemplo en la leche materna de los cachorros y también en la leche de vaca. Por el contrario la relación calcio/fósforo en la carne no es la adecuada, esta relación es de 1:17 a 1:20. Un perro que tiene sólo una alimentación basada en carne ingiere muy poco calcio/fósforo y como resultado tenemos anormalidades en el esqueleto.

Cachorros de razas grandes necesitan más proteínas a fin que el tejido se desarrolle sin problemas. El metabolismo de las razas grandes es menor ya que comparado con las razas pequeñas, estos comen menos por cada kilogramo de peso.

Lactancia de las hembras: En razas pequeñas y medianas, la lactancia cubre el período de rápido crecimiento. Las razas grandes tienen sus picos de crecimiento alrededor de los 5-7 meses, lo que significa que en este período necesitan de más proteínas. Un nivel alto de proteína está equívocamente relacionado con problemas de mineralización en el esqueleto. (Hedhammar 1973 publicación). 24 perros alemanes fueron utilizados en esta investigación. Criados en perreras de 1,5 x 2,4 m sin salir durante el período de 6 a 60 semanas. Esto no es favorable para el aparato locomotor. El desarrollo de los perros y la ingesta de comida van unidos al movimiento. No hubo un desarrollo normal de los músculos ni del esqueleto. La leche materna contiene un alto contenido de proteína y la proporción correcta de calcio/fósforo. Para un perro saludable, una mayor ingestión de proteínas no es dañina.

Estudios científicos señalan que la energía y las necesidades de proteína en los cachorros de razas grandes varían. Muchos factores juegan un rol, razas tranquilas o nerviosas, la actividad de la mascota, etc. Un reporte de Nap, Drs. R.C., Hazewinkel y Klooster, Prof. Dr. A.Th.van’t concluye: “Es probable que, en Holanda, en la alimentación de un perro joven contenga un exceso de energía y/o un exceso de calcio siendo uno de los errores más remarcables. Esto puede conllevar a una elevada frecuencia de anormalidades del esqueleto”

Proteínas y los perros senior

Experimentos y estudios de Bovée en su laboratorio confirman que el contenido de proteína puede ser un factor negativo en las funciones renales.

Efectos de tres distintos niveles de proteínas 56, 27 y 19% fueron estudiados en un grupo de perros durante un período de 48 meses. Estos resultados fueron dados a conocer durante el congreso internacional de veterinarios en Ámsterdam en 1987. Incluso con una alta cantidad de 56% de proteínas prueba que la capacidad de los riñones no disminuyó.

La edad no lo dice todo sobre el individuo, sino el nivel de actividad. Por lo tanto perros muy activos y perros de trabajo se benefician con un alto nivel de proteína para su requerimiento de energía, recuperación y su tiempo de vida.

La alimentación con un bajo nivel de proteínas es útil cuando el perro presenta problemas en los riñones diagnosticados por el veterinario.

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